La ciencia moderna proporciona evidencia convincente del poder del sonido para dar forma y transformar la materia, que es la base de su potencial sanador. Nuestros cuerpos físicos están en constante vibración así como nuestro campo electromagnético o aura. Cuando estamos enfermos, una parte de nosotros no está vibrando armoniosamente. La Sonoterapia puede ayudar a recobrar la frecuencia sanadora mediante el uso del principio de “resonancia simpática” (cuando un objeto vibrando causa la vibración en otro en armonía con él). Al dirigir el sonido correcto a una persona que desea ser sanada, es posible volver a una vibración óptima y sana. Como cada sonido es vibración, entonces podemos entender que no percibimos el sonido sólo con nuestros oídos, sino con cada célula de nuestro cuerpo.
La mayoría de las enfermedades empiezan en uno de los cuerpos sutiles y pueden ser causadas por nuestros pensamientos y emociones negativas que se convierten en patrones de energía cristalizados. Avanzan hacia dentro hasta que en última instancia se manifiestan como una enfermedad física en el cuerpo. Es posible disolver estas cristalizaciones usando sonido antes de alcanzar el cuerpo físico. En este sentido, la sonoterapia puede ser usada como medicina preventiva. Es una terapia holística operando a niveles físico, emocional, mental y espiritual.
El sonido como forma de energía es neutral, pero cuando el sonido es dirigido crea un efecto. ¿Y qué usan los sonoterapeutas para dirigir el sonido? Intención. Sí, la intención es el ingrediente esencial que transformará el sonido en una poderosa herramienta sanadora. La intención es “pensamiento conscientemente dirigido”, y cuando esa señal se vuelve suficientemente poderosa, empezará a atraer la misma resonancia hacia ella. El uso regular del sonido combinado con la intención hará que el cuerpo vibre más rápido a un nivel celular o molecular (“elevando tu frecuencia”). Cuanto más alta la tasa de vibración, más grande la distancia entre las células y moléculas, haciéndonos menos densos, y de esa manera protegiéndonos de las energías negativas e invasivas.
A continuación listamos algunas maneras en que el sonido puede ayudar a la sanación:
– Equilibrando los hemisferios cerebrales.
– Alivio del estrés y ansiedad.
– Inducción de la actividad de las ondas cerebrales alfa o meditación profunda.
– Mejora el sueño.
– Estimula la circulación y el metabolismo.
– Aumenta la respuesta del sistema inmune.
– Mejor la concentración y aumenta la creatividad.
– Restauración del equilibrio en el sistema endocrino al vibrar la glándula pituitaria y otras glándulas.
– Armonización y limpieza de chakras y aura (incluyendo sus correspondientes órganos y glándulas).
– Limpieza de espacios.
– Eliminación de bloqueos y toxinas.
– Facilitación del acceso a la intuición y consciencia más elevada.
– Auto-regeneración.
– Suaviza y armoniza tus emociones y sentimientos.